El tiempo liturgico de Adviento, está antes de la Navidad, para prepararnos hacia lo que está por venir: el nacimiento de Cristo, en su pobreza radical y en su intima unión con nuestra humanidad.
En la iglesia, aparte de darle al color morado (penitencia y discreción), prepara la corona de adviento, hecha con ramas verdes que simbolizan que Cristo está vivo entre nosotros. En cuatro semanas, hay cuatro personajes que nos acercan con su forma de ser y de estar con Dios al Salvador. Preparemos nosotros el camino hacia el Señor y vistamonos con las galas de nuestra sencillez y nuestro amor por el niño que nace en Belén.
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