Con tanta cruz y con tanta mala vida, no me había acordado de publicar nada nuevo.
No voy a ser original y sólo voy a dar las gracias a todos los que me han escrito algo en el blog.
Que sepáis que os quiero mucho, en el sentido cristiano, y que valoro lo que me habéis dicho.
Os deseo que hayáis pasado unas cruces, sin botellón y con mucho contenido en la presencia de la primavera como exaltación de la vida y como resucitación de la naturaleza. El único que resucitó de veras fue Jesús de Nazaret, así al menos lo dice la Biblia.
Esta cercana la fiesta de Pentecostés, osea, cincuenta días después de Pascua, el Espíritu Santo es derramado sobre los apóstoles, para que dejen de tener miedo y se enfrenten a la vida que les rodeaba. Lo primero que hacen es recibir el don de hablar en idiomas que no conocían y que les permitirá hablar de tú a tú a la persona que tengan delante.
en el Corpus Christi celebramos la preciosa sangre de Cristo y su precioso cuerpo resucitado, que son alimento de vida eterna en la Eucaristía, convertidos en el vino y el pan que alimentan el cuerpo y el alma.
