El Adviento es un momento de preparar el camino de nuestra vida a Dios. ¿Cómo?, por medio del deseo de buscar cómo podría nacer Dios en tu vida.
¿Cómo?.
Con el lujo y el boato de las luces de la navidad de las grandes superficies, solo se consigue tener un deseo que no se podrá llenar por completo.
Con la familia a la que es bueno tener cerca, pero tampoco hay que ser tan pesado con ellos, que por lo menos si hay aguinaldo pues mola y sino pues nada.
Con las peliculas ñoñas repetidas, pesadas en el calido brasero, que no están mal sobre todo por el calorcito de casa.
Pero mejor con un niño que nace cada año, en cada uno de nosotros/as y que desea quedarse con nosotros con su palabra, con sus obras, con su vida, con su amor por nosotros y por su Padre nos marca un camino a seguir, si queremos, para dar el salto de la fe y decir SI a Dios.
Es dificil pero es así.
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